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(Wonderful Peace)
La (A) Bemol
En el seno de mi alma una dulce quietud
Se difunde embargando mi ser,
Una calma infinita que sólo podrán
Los amados de Dios comprender.
CORO
¡Paz! ¡Paz! cuán dulce paz,
Es aquella que el Padre me da,
Le ruego que inunden por siempre mi ser,
Sus ondas de amor celestial.
¡Qué tesoro yo tengo en la paz que me dio!
En el fondo del alma ha de estar,
Tan segura que nadie quitarla podrá,
Mientras vea los años pasar.
Esta paz inefable consuelo me da,
Pues descanso tan sólo en Jesús,
Y peligro ninguno mi vida tendrá
¡Si, me siento inundado en su luz!
Sin cesar yo medito en aquella ciudad
Do al autor de la paz he de ver,
Donde el himno más dulce que pueda cantar,
Al estar con Jesús ha de ser.
Alma triste que en rudo conflicto tu ves,
Sola y débil tu senda al seguir,
Haz de Cristo el amigo, que fiel siempre es,
¡Y su paz tú podrás recibir!
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